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LA MÀQUINA DEL TEMPS
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- Escrit per Xavier Mas i Casanova
- Categoria: ESPAÑA
LA MÀQUINA DEL TEMPS
Avui a la plaza Colón de Madrid, lloc on oneja des del 2001 aquella macro ensenya espanyola rojigualda de 294 metres quadrats i 35 quilos de pes, s’iniciarà la molt anunciada manifestació convocada per PP i C’S, i a la que s’ha sumat oficialment VOX, la Falange Española de las JONS i altres dinosaures, a més d’uns quants o molts militants del PSOE, per reclamar a Pedro Sánchez la convocatòria d’eleccions i exigir-li el compliment de la “Llei”, suposo la "Llei de l’embut", que sembla que és l’única Llei que coneixen i reconeixen els no demòcrates trifàxics, mal anomenats constitucionalistes. Són anticonstitucionalistes doncs convoquen la manifestació per fugir del diàleg com a mètode per aproximar posicions i intentar resoldre un conflicte polític.
La màquina del temps s’ha activat a España, per traslladar-nos a temps pretèrits, a l’època del blanc i negre i del NO-DO, al temps de les dos Españas. Espanya torna a estar trencada, i no ho està només territorialment parlant, ho està també en l’aspecte polític i social, un trencament que pretén continuar invisible a causa de la manipulació continuada de l’aparell de l’estat, un aparell d’estat que és de dreta i ultradreta, que controla els mitjans, les forces armades i els tribunals. Pedro Sánchez ha reculat en la voluntat de diàleg, ja no necessita ni vol relator perquè el relat el posen cada dia els relators fatxes que campen “por las Españas”, fent i dient tota mena de mentides i bestieses sense límit, moguts per la xenofòbia i l’odi.
La màquina del temps ens ha portat a un lloc en el qual la dreta espanyola és ultradreta, i ha decidit embolicar-se amb una senyera rojigualda, amb pollastre o sense ell, per tapar totes les vergonyes que té el país, una senyera per tapar les negres tenebres del futur del país, per tapar l’atur juvenil, el desequilibri social, la inseguretat jurídica i fiscal, la impunitat pels poderosos, la manca de drets fonamentals, la repressió al lliure pensament, etc.. Una senyera que envolta el gris fanatisme nacional de devots que no escolten ni veuen la realitat que tenen al seu voltant, és un fanatisme patriòtic decadent de creients que no s’han parat a pensar en el que diuen i creuen, per què creuen realment que no hi ha res a dialogar? I si no hi ha res a dialogar, hi ha democràcia? Hi ha llibertat?
La màquina del temps ens ha portat a una època on la violència era la forma de solucionar els conflictes i les divergències, aquesta màquina s’ha espatllat i ara el retorn a la democràcia no és possible. La irresponsabilitat del tripartit nazi-espanyolista que de forma desacomplexada confonen a la població equiparant el diàleg a la traïció, aquells que normalitzen el llenguatge bèl·lic i de conflicte com a forma habitual d’expressió, aquells que apel·len als folklòrics ideals excloents, aquells que busquen la crispació són l’enemic que de forma perversa busca l’erosió i manca de confiança en les institucions democràtiques, establint un sistema de democràcia de baixa intensitat o no democràcia que és on aquest tripartit de dretes i ultradretes, incloent la ultradreta catalana, es troben còmodes.
Ja ho deia Fraga Iribarne: “la calle es mía”, els seus seguidors s’ho van creure, però confio que malgrat els autoritaris no demòcrates, la racionalitat de la gent i la voluntat de llibertat ens faci reaccionar i reivindicar que “el carrer és de tots”.
Xavier Mas i Casanova
Economista Col·legiat núm. 9493
Professor/Consultor ADE – UOC Universitat Oberta de Catalunya
LOS JUECES QUE MECEN LA CUNA
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- Escrit per Xavier Mas i Casanova
- Categoria: ESPAÑA
LOS JUECES QUE MECEN LA CUNA
Este artículo está escrito en castellano por dos motivos, primero porque parece ser que este será el idioma utilizado por los acusados en el macrojuicio contra el soberanismo catalán, y segundo porque va dirigido a un público que es voluntariamente ciego y voluntariamente sordo, el español, público que sé que nunca lo leerá, y que por tanto, seguirá siendo y aceptando ser un público insensible a una realidad antidemocrática que está pasando a su lado pero que prefiere mirar al lado contrario, necio público que en breve se encontrará con esta monstruosidad en sus narices, y que entonces lamentará no haber querido mirar para poner solución.
“La mano que mece la cuna” es un thriller psicológico del año 1992, año de Olimpiadas. En el film, un matrimonio contrata los servicios de una niñera, papel protagonizado por Rebecca de Mornay, quien se gana rápidamente la confianza del matrimonio, aunque la realidad es más sórdida. El objetivo de la niñera es desarrollar un plan para desplazar a Claire, la madre, y vengarse de ella, a quien culpabiliza del suicidio de su marido, el Dr. Mott, médico ginecólogo al que las acusaciones de abuso sexual de su paciente Claire le llevaron al fatal desenlace.
La dulce mano que parecía mecer la cuna se transforma y se descubre como la mano más agresiva y nociva. De igual forma, la justicia española, ya sea en versión Tribunal Supremo, Audiencia Nacional o Tribunal Constitucional, que debería velar con firmeza y mecer la cuna de los derechos de los ciudadanos, bajo los valores fundamentales de la equidad, la igualdad, la libertad y la imparcialidad, se nos muestra como una mano descontrolada guiada por seres fanáticos con una desproporcionada sed de venganza y enseñamiento hacia una ideología que no cabe en su universo, un universo oscuro, un universo antidemocrático y autoritario, un universo sin justicia, libertad de expresión u otro tipo de libertades que no estén dentro de su esquema patriótico y senil.
Los jueces que mecen la cuna, también intentarán dormir al resto de sus ciudadanos cantando nanas cargadas de embustes y prevaricación, arrullando a los niños con quimeras de lo que está bien y lo que no, en las que ser independentista es el peor de los males, muy por encima de violar en grupo a muchachas desvalidas, muy por encima del abuso continuada de la autoridad, muy por encima del abuso en la violencia de género. Y si alguien les llora o protesta más de la cuenta, no dudarán en utilizar y visibilizar su auténtica maquinaria de poder, maquinaria desprestigiada internacionalmente, maquinaria podrida y carcomida interiormente por estar al servicio de los intereses políticos preconstitucionales, a los que se intenta ir dando capas de barniz para que parezcan ser lo que no son.
El juicio del 1-O, el juicio del “prusés” es una clara muestra de ello, marcado por irregularidades por todas partes y desde el minuto cero. Irregularidades que empiezan con la citación a los miembros del Govern que dispusieron solamente de dos días para preparar su comparecencia. Irregularidades graves de forma, como que se abrieran distintas causas en distintos tribunales, cosa que supone la rotura del principio de unidad de juicio. Irregularidades de fondo, como la falsa acusación de rebelión no existiendo violencia alguna, por el simple hecho que se podía producir, aspecto que ha sido cuestionado y revocado por tribunales alemanes, ingleses y belgas, así como por la mayoría de penalistas de prestigio del estado, incluyendo el expresidente del TC. Irregularidades como la injusta prisión provisional sin juicio, alegando un riesgo de fuga qué en otras ocasiones más manifiesta, no se ha considerado, como el guardia civil de "la Manada" al que pillaron haciéndose un duplicado del pasaporte. Irregularidades como pruebas inventadas y vídeos manipulados como el que se utilizó para acusar a los implicados en los hechos de la sede de Economía. Irregularidades como que el TS pidiera el traslado de presos a Madrid sin resolver si era o no competente en la causa, siendo hechos acaecidos en Catalunya corresponde al TSJC la realización del juicio. Irregularidades como el sistema de designación “a dedo” del gran inquisidor, Pablo Llarena. Irregularidades como la no inclusión como prueba de numerosos vídeos del uno de octubre. Irregularidades como negarse a la asistencia de observadores nacionales, alegando que el juicio será retransmitido por TVE, cadena al servicio del régimen.
En fin, los jueces que mecen la cuna no pretenden hacer justicia, son inquisidores que pretenden escarmentar a demócratas que son víctimas de este sistema podrido y corrupto en todas y cada una de sus moléculas. Qué triste es ser médico y querer que enfermen los pacientes. Qué triste es ser arquitecto y querer que sus casas se derrumben. Que triste es ser juez y prevaricar contra los inocentes. Qué triste es ese país.
Terminar con frase más famosa de la película: “La mano que mece la cuna es la mano que domina el mundo”.
Xavier Mas i Casanova
Economista Col·legiat núm. 9493
Professor/Consultor ADE – UOC Universitat Oberta de Catalunya